Número 7, calle Melancolía

Número 7, calle Melancolía

lunes, 11 de enero de 2010

La mano que firmó mi sentencia

De mi antiguo trabajo "Poesías tardías".

Eres la mano tirana y altanera
que firmó mi sentencia.

Sentencia, condena,
castigo y penitencia.

Amar, querer, morena,
desear, morir de impaciencia.

Eres la mano violenta,
que azotó mi orgullo.

Eres la voz, exenta
de alma, de este barullo.

Ni cristos en desiertos,
ni negros en galeras
es comparable castigo
como pasar la noche en vela.

Ni caínes ni abeles,
ni sodomas ni gomorras,
ni pompeyas ni babeles
tan putas como zorras.

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