Número 7, calle Melancolía

Número 7, calle Melancolía

miércoles, 1 de junio de 2011

Yo ya no soy "europedo"

Yo ya no soy “europedo”

(y subrayo “pedo”)

pues hasta mis narices pendencieras

ha llegado el olor, con tanta virulencia,

de esas podridas flatulencias

producto de la hinchazón financiera,

así como de la indigestión capitalista

que a tantos moralistas

no trae de cabeza.

Así como los endémicos males bursátiles

que almacenan en sus pantallas táctiles

nuestras sentencias de pobreza.

A riesgo de parecer comunista

exijo que se repartan las riquezas.


Ojalá que padezcan la tisis

esos que se aprovechan de la crisis

para descuartizar al obrero,

que con su sudor paga el Mercedes

del omnipotente banquero,

pues todo lo puede como escudero

del invencible poderoso caballero

que blanquea, y no precisamente paredes,

la facha de Don Dinero.


Y entre tanto que siga emanando

la pobreza de los rincones

y mientras sigan brotando

de las urnas los ladrones,

habrá que subirse al carro de las revoluciones.

Pues “si me cortan las alas

volaré con los cojones”

Y al fin, a las buenas o a las malas

habrá también que aunar nuestro corazones

para decir que la historia no es siempre del que gana.

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